La Razón

2022-12-21 16:34:48 By : Ms. Alice gong

La peor ola de calor en un mes de junio desde hace 20 años sigue en pleno apogeo. Desde la semana pasada, las temperaturas están alcanzando máximas muy poco habituales para este época y lo peor aún está por llegar. Se espera que entre hoy y el viernes se alcancen los picos más elevados, con hasta 43ºC para este miércoles en algunas ciudades. Para afrontar este calor abrasador, el aire acondicionado o al menos un ventilador potente son imprescindibles, aunque su uso excesivo puede disparar la factura eléctrica. Si está buscando ideas para contrarrestar el calor sin tener que gastar mucha electricidad, estos 15 trucos para refrescarse recopilados por Bankinter le serán de gran utilidad.

Cuando corre algo de viento, lo cual no siempre pasa, hay que intentar crear lo que se conoce popularmente como corrientes de aire o como lo llaman los expertos, ventilación cruzada. Esta se genera por la diferencia de presiones, abriendo por completo las ventanas de salida del aire y entornando solo un poco las ventanas de entrada de aire.

“Este pequeño truco permite generar corrientes de aire fresco en la medida en que la velocidad de la salida del aire (caliente) es mayor que la de entrada (fresco). Si las ventanas en cuestión están enfrentadas o en diagonal, la corriente de aire será mayor”, explica Bankinter.

No hay peor idea que tener las ventanas abiertas y las persianas subidas durante las peores horas de calor. Para evitar el calor del día, lo mejor es crear un ambiente de semi-penumbra. “Se calcula que esto reduce la temperatura interior en más de seis grados, aunque eso depende mucho de la orientación de la vivienda”, señala Bankinter. Con la llegada de la noche, es el momento de abrir las ventanas para que aire fluya. Además, si tiene balcón, Bankinter recomienda instalar un toldo para frenar el calor.

Este truco quizás no es tan conocido, pero su sencillez y efectividad hacen que valga la pena probarlo. Basta con colocar delante, a unos veinte o treinta centímetros del ventilador, un cuenco con un poco de agua y cubitos de hielos e ir renovando el hielo cada cierto tiempo. Con ello se refresca el aire, genera humedad y expande el frescor del hielo.

El ventilador de techo es una opción buena y más barata que el aire acondicionado. Además, Bankinter subraya que los ventiladores con aspas un poco arqueadas refrescan más que los de aspas planas. Si no puede renunciar a usar el aire acondicionado, recuerde que la temperatura recomendada es entre los 24ºC y los 26ºC y si además se apaga cuando la estancia esté refrescada, ahorrará en la factura de la luz.

Otro sencillo truco es llenar un bote vaporizador con agua y tenerlo siempre frío en el frigorífico. Se puede utilizar periódicamente para pulverizarlo en una habitación y refrescarla.

Lo mejor para refrescar la cama es utilizar las típicas bolsas de agua caliente de invierno, pero llenan de agua fría. Hay incluso quien recomienda meter las sábanas y el almohadón unos minutos en el congelador.

Mojar las muñecas y la nuca con agua fría durante 10 segundos le valdrá para bajar su temperatura corporal durante casi una hora.

Las duchas frías no son el mejor remedio para combatir el calor. Bankinter recuerda que el agua fría “produce una activación muscular que eleva nuestra temperatura corporal: conclusión, que al rato de salir de la ducha fría, estemos ya sudando de nuevo”. Lo mejor son dudas cortas y templadas.

Aunque nunca se lo haya planteado, pasar la fregona con agua fría es una forma muy barata de refrescar el hogar de vez en cuando.

Las plantas con tupido follaje, que requieren de riego frecuente, purifican el aire y dan frescura, especialmente después de regarlas.

Aunque el calor invada el salón y la cocina, si mantiene las habitaciones cerradas durante el día conseguirá aislarlas y hacer que su temperatura sea inferior a la del resto de la casa.

“Frente a los colores oscuros y tejidos pesados, propios del invierno para dar calor, en verano hay que buscar todo lo contrario tanto en la ropa de cama como en las cortinas. En estas últimas, los colores claros y los tejidos ligeros evitan que se concentre en ellas la radiación solar. Lo mismo es aplicable a la ropa de cama, donde se recomienda utilizar tejidos suaves, sobre todo el algodón, que transpira mejor. También el lino y la gasa son especialmente frescos”, aconseja Bankinter.

Los electrodomésticos en funcionamiento son una importante fuente de calor, ya sea el horno o incluso el lavavajillas o la lavadora. Si intenta limitar el uso de la lavadora y el lavavajillas al atardecer y anochecer, no solo reducirá el calor de su vivienda, sino que también es probable que abarate su factura eléctrica.

Al cocinar se genera vapor y calor. Para evitar que este calor invada toda la cocina, siempre es recomendable usar las ollas y sartenes con sus respectivas ollas. Aún así, la temperatura de la cocina será más elevada que la del resto de la casa, por lo que también es aconsejable cerrar la puerta para evitar que el calor salga fuera. Este consejo también es aplicable al baño después de una ducha. Y para freír, no olvide encender el extractor, recuerda Bankinter.

Si todavía tiene alguna bombilla incandescente, es momento de cambiarla por una LED. No solo consume un 90% más, sino que es una fuerte de calor adicional.